Se aproxima la estación del año donde, obligadamente, estamos más expuestas debido a que las temperaturas suben. Para estar preparada con la mejor sonrisa, acá van 7 consejos de belleza que te ayudarán a darle una grata bienvenida al verano.
El pelo suele ser el gran olvidado del verano. Para cuando vayas a la playa, lleva algo del acondicionador que usas habitualmente y ponte un poco a lo largo (nunca cerca de la raíz), antes de meterte al mar. Esto lo protege de que la agresión del agua salada sea mayor.
En cuanto al maquillaje, un color de labios que todos los veranos regresa es el rosa tipo “Barbie”, un tono que para el día y la noche adhiere un toque juguetón al look.
La época estival es ideal para usar colores de uñas mucho más atrevidos. Los tonos neón para las más osadas siempre son una buena opción, para las más conservadoras, tonos verde suave, celestes y rosas más jugados pueden hacer la diferencia cuando no quieras pasar inadvertida.
Las uñas también se debilitan en el verano. El sol, de alguna forma “cocina” tus uñas cuando estás usando esmalte, lo cual puede dejar una mancha amarillenta en las uñas. En este caso, lo ideal es antes del esmalte de color poner dos capas de brillo..y si sabes que estarás varios días al sol, optar por tonos no tan oscuros.
Esta es la época perfecta para alejarse del secador de pelo y dejar que el viento haga su trabajo. Para dejar el pelo igualmente manejable sin secador, amarra algunos mechones húmedos con pinches en la raíz del cabello. Cuando ya se haya secado, suelta estos mechones y tendrás un look relajado y con mucho estilo.
La base de maquillaje puede verse algo pesada para el verano. Una opción puede ser crear tu propio humectante con tono, para lo cual mezclas un poco de tu base de maquillaje habitual con un humectante facial con factor 15 al menos. El resultado es una piel más lisa, pero con un aspecto mucho más liviano.
La espalda es una zona de nuestro cuerpo que exhibimos mucho más durante el verano. Para mantenerla libre de granos lo ideal es limpiarla con un cepillo de baño al momento de la ducha y aplicando un gel con ácido salicílico.
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